Los exámenes de sangre son pruebas de laboratorio que se suelen incluir en los chequeos médicos de rutina y se utilizan para medir diferentes analitos en sangre como químicos, hematológicos, inmunológicos, urinarios, microbiológicos, etc.
Los tubos de exámenes son el método más seguro para recolectar la sangre, ya que garantizan su almacenamiento y la continuidad de sus propiedades desde la recolección hasta el laboratorio.
Los exámenes de sangre ayudan a diagnosticar enfermedades, chequear el funcionamiento de órganos del cuerpo, hacer control de enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, o para medir el buen desempeño del sistema inmunológico, entre muchas otras.
Es por eso que no todas las muestras deben tomarse de la misma manera, ya que se estarán evaluando diferentes analitos y componentes de la sangre; por este motivo los tubos para exámenes deben contener un tipo diferente de aditivo que se usa acorde al objetivo de cada prueba, de esta manera:
Para facilitar el trabajo del personal de laboratorio encargado de tomar las muestras, los tubos para exámenes de laboratorio se dividen en colores dependiendo de su composición química:
Este tubo tiene un aditivo basado en el citrato de sodio y es especial para su uso en auto-analizadores de hemostasia.
El tubo de tapa celeste impide la coagulación de la sangre al no tener calcio. Un ejemplo de examen de sangre son los que se realizan antes de una intervención quirúrgica
Los tubos tapa negra contienen la solución trisódica del citrato y se utilizan para el análisis de sedimentación de la sangre. Este tipo de aditivo facilita medir la velocidad con la que los glóbulos rojos sedimentan en el fondo del tubo.
Estos tubos no contienen anticoagulante, lo que activa la coagulación sanguínea, separando el suero de los elementos figurados y analitos químicos e inmunológicos entre otros, manteniendo su estabilidad por mucho tiempo.
Los tubos rojos para muestras de sangre se usan en exámenes de bioquímica, inmunología, serología, pruebas de varios tipos de virus, perfil ginecólogo, tiroideo y de lípidos.
Este tubo tiene No posee anticoagulante, solo un gel que permite separar el suero con mayor facilidad del paquete globular, evitando la formación fibrina.
Puede ser usado en exámenes de toxicología, bioquímica, inmunología, serología, teniendo cerca de 48 horas de uso sin que se afecte la composición de la muestra.
Este tipo de tubo puede tener aditivos anticoagulantes como la Heparina de Sodio o la Heparina de litio, lo que separa el plasma de la sangre al inhibir la tromboplastina.
El tubo de tapa verde se usa en exámenes Bioquímicos de emergencia principalmente y Carboxihemoglobina.
Contiene el aditivo Etilendiamino-tetra-acetato o EDTA que impide la coagulación sanguínea, separando el plasma y brindando protección a la sangre.
Este tubo de tapa morada sirve para almacenar la muestra de sangre (entera) cuando se van a realizar pruebas hematológicas de conteo de células sanguíneas, para diagnosticar enfermedades hematológicas o para guardar muestras en bancos de sangre.
Este tipo de tubo tiene fluoruro de sodio , un anticoagulante que detiene la glicolisis.
Los tubos grises se usan para pruebas de azúcar en la sangre, tolerancia al azúcar, alcohol en sangre, ácido láctico. Se caracteriza por dejar la sangre en su estado natural y permitir que los exámenes se realicen en un rango de hasta 72 horas.
Los tubos para exámenes de sangre son una herramienta importante tanto los laboratorios como los profesionales de la salud, por ello es vital que se garantice su calidad y composición, de esta manera no habrá retrocesos en los procesos médicos y los pacientes siempre tendrán el resultado más acertado posible.